Las raíces volverán a ser más importante que los frutos artificiales de laboratorio.
La verdad será más deseada que la apariencia.
El amor, que nunca pasa de moda, pondrá en evidencia las maquinaciones del egoísmo.
Esta generación valorará lo eterno, lo que no se ve. Para SER como Él es, y HACER la voluntad de Su corazón.
«Y que el mismo Dios de paz los santifique por completo; y que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Aquél que los llama, el cual también lo hará.» 1 Tesalonicenses 5:23-24
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